Ya ha pasado la vorágine del carnaval. El de nuestra ciudad es un carnaval algo anodino y copia de casi todos los que se celebran actualmente. El chupinazo, el toro de fuego y unos desfiles más o menos vistosos encaminados principalmente al disfrute de los niños. Los jóvenes los han convertido en una fiesta de disfraces, acompañada de una cena y noche discotequera. Para los que nacimos en la posguerra pasan sin pena ni gloria y el mayor atractivo consiste en ver a nuestros nietos y algunos más lanzados participar en los desfiles carnavalescos.
He leído que en Tajahuerce existe el Zurronero, personaje con máscara y zurrón que el jueves lardero se dedica a asustar a los niños. Muy similar a nuestro Cipotero.
He presenciado el desfile de este Domingo de Carnaval y he observado varias actuaciones destacables: los dos grupos sudamericanos, los trajes de
En la actualidad en nuestra ciudad los carnavales se limitan al fin de semana. Antiguamente comenzaban el Juerves Lardero que era el anterior al miércoles de ceniza, seguían viernes, sábado, domingo, lunes y martes de carnaval, miércoles de ceniza y terminaban con el domingo de piñata, primero después del miércoles de ceniza. Los días más celebrados eran el domingo y martes de carnaval. Demasiado para el cuerpo.
El nombre de Carnestolendas creo que quiere decir quitadas las carnes y alude a la prohibición de comer carne durante la cuaresma. Eran otros tiempos.
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