No sé por qué razón, todos tenemos que buscar un escudo de armas familiar para demostrar lo nobles que han sido nuestros antepasados.
La realidad es que la inmensa mayoría descendemos de gentes que bastante tenían con subsistir y que no tomaron un arma en su vida; y los que las tomaron fueron generalmente obligados y como carne de cañón.
Desde aquí reivindico la “nobleza” de todos aquellos villanos, “pobres de solemnidad”, que las únicas armas que empuñaron fueron azadones, horcas, hoces, palas, guadañas, martillos, etc. y no para usarlas contra sus semejantes, sino para sacar adelante a sus numerosas proles con el sudor de su frente.
En mi opinión sus vidas si que fueron nobles y no tanto las de los que se dedicaron a aprovecharse de ellos, oprimiéndoles con toda clase de vejaciones, robándoles lo más indispensable, ejerciendo incluso el derecho de pernada, viviendo opíparamente a su costa.
¿Estos eran nobles? Sinceramente, me quedo con los villanos.
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